Independent Curators International supports the work of curators to help create stronger art communities through experimentation, collaboration, and international engagement.

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Los curadores Marina Reyes Franco, Gala Berger, Sofía Dourron y Santiago Villanueva desarrollaron esta propuesta durante el Curatorial Intensivo 2014 en la Ciudad de México. La propuesta luego se convirtió en la exposición C-32: Sucursal en La Ene en MALBA, Buenos Aires, del 8 de agosto al 13 de octubre de 2014.


Cada exhibición es una proposición. Cada museo es un proyecto.

La Ene, Nuevo Museo Energía de Arte Contemporáneo surgió a modo de crítica al sistema institucional, y a los modos de circulación, legitimación y producción del arte. Nacido en agosto de 2010, es el primer museo de arte contemporáneo de la ciudad de Buenos Aires. El Nuevo Museo es una intervención crítica sobre su entorno, una manera de construir nuevos formatos que renueven las maneras de pensar el museo y de cuestionar la supuesta oposición entre lo alternativo y lo institucional. Es un espacio para la promoción de la experimentación y el desarrollo del pensamiento crítico sobre el arte, un museo abierto, flexible, dinámico, cambiante, expansivo y chévere.

La Ene es la posibilidad de crear un museo que responda a las necesidades de una comunidad específica. Es una institución que surge porque hay una comunidad que lo reclama, no porque haya una colección preexistente que necesita guarida o quién la administre. Una herramienta contra la instrumentalización del arte en función del mainstream, la banalización y la globalización corporativa del museo como marca. La Ene se afirma sobre la filosofía del “hágalo usted mismo” y la nueva museología; es un organismo dinámico y amorfo, inclusivo y agitador. Es un espacio para la cooperación y la comunicación, de encuentro, receptor de prácticas alternativas de investigación y producción cultural.

Habría que pensar dos genealogías para un proyecto como La Ene: las reacciones que lo relacionan a lo local, y la historia más amplia de la crítica institucional. Las instituciones críticas tienen una historia que data de fines de los años sesenta y se materializaron en otras latitudes. En Buenos Aires, por demasiado tiempo el discurso del arte y el desarrollo de las carreras de muchos artistas jóvenes necesariamente han tenido que transitar por galerías comerciales. Dentro de la inmensa cantidad de proyectos autogestionados que existen en la Argentina, la galería sigue prevaleciendo como modelo aspiracional. A falta de instituciones o estructuras gubernamentales que respondan a políticas actualizadas o con fondos apropiados para adelantar el arte contemporáneo y las condiciones de los trabajadores culturales, tiene que existir La Ene.

El museo produce exhibiciones de artistas y curadores locales e internacionales pensadas específicamente para su espacio, genera actividades educativas que promueven lecturas renovadas de la historia del arte y las prácticas artísticas, jornadas, talleres, conferencias y charlas íntimas e informales. Establece una red de diálogo entre proyectos artísticos independientes de América Latina y el resto del mundo, que incentiva la promoción de artistas, el intercambio de exhibiciones, material e ideas.

Primero existió la institución y luego la colección. Para La Ene, la creación de una colección no constituye una instancia de legitimación, sino un statement sobre lo que se puede considerar una colección y cómo se la puede conformar. Si La Ene señala un vacío institucional, su colección tiene un mismo sentido crítico sobre cómo se adquieren, conservan y circulan -o no- las colecciones de nuestros museos. Como conjunto articulado, la colección apunta hacia una crítica de las instituciones o a una reconsideración de lo histórico a partir de las particularidades locales. La colección del museo se almacena en un disco rígido, pero esto no significa que esté conformada por piezas exclusivamente digitales, sino que puedan adquirir un formato digital para su conservación. Las piezas son parte de la colección no como objetos, sino sólo mediante los derechos de reproducción de las obras otorgados por los artistas. Es un conjunto híbrido, que conjuga elementos tradicionales de las nociones de colección y archivo con tecnologías de la información.

Esta colección surge del análisis de las problemáticas que supone a un museo tener un acervo propio, las dificultades vinculadas a la conservación de las piezas que lo conforman y su reserva. Este nuevo formato de colección permite su traslado e instalación en cualquier parte del mundo, sus piezas se pueden reproducir adaptándose al espacio a ocupar: hay obras que existen en la memoria, hay otras que se imprimen, se rehacen o se proyectan. Un pixel es lo mismo en todos lados. Una memoria se expande más allá de un edificio.

La exhibición Sucursal se plantea como un museo dentro de otro museo: una sede temporal de La Ene en el MALBA. El núcleo principal está conformado por la exhibición de la colección del museo junto a material de archivo que da cuenta de las actividades realizadas en los cuatro años de La Ene. A su vez, Radamés “Juni” Figueroa de Puerto Rico y Sofía Olascoaga de México realizarán proyectos específicos como parte de sus residencias en el marco de la exhibición. Figueroa presenta La Isleña, una escultura habitable que crea un vínculo entre los recursos de diseño de la arquitectura vernácula tropical-puertorriqueña y la del delta del Río Paraná. Esta obra es también una plataforma para que será intervenida por presentaciones con charlas, música y poesía. Olascoaga continúa con su investigación Entre Utopía y Desencanto sobre la educación alternativa en Cuernavaca, México, expandiéndola a Argentina. Además de una charla sobre su trabajo, ella lleva a cabo talleres con otros educadores, trasladando su investigación a la escena local. Por último, la obra de Luis Camnitzer El museo es una escuela se presenta en la fachada del MALBA, donde se imprime la ideología de La Ene en relación a su concepción del rol social del museo. Una postal con la imagen de la frase colocada en el edificio está disponible para la venta en la tienda del museo.

La Ene no es una respuesta, sino muchas preguntas: ¿Cómo tener una colección sin depósito? ¿Cómo ser político sin ser proselitista? ¿Cómo ser una institución crítica y autorreflexiva? ¿Cómo se conforma una colección desde las limitaciones físicas pero con las posibilidades de la memoria?

Este Nuevo Museo promueve actuar por fuera de las instituciones para crear las propias y proponer ideas cuando todos los oídos son sordos. La Ene será un proyecto exitoso si nos sobrevive a todos nosotros, si ya no es necesario o si finalmente esto deja de ser ad honorem. No necesariamente en ese orden.
 

Aprende más

Para obtener más información sobre esta propuesta, envíe un correo electrónico a Marina Reyes Franco a direccion@laene.org. Para obtener más información sobre el Curatorial Intensivo, envíe un correo electrónico a info@curatorsintl.org.